Las fans españolas llevaban esperando mucho tiempo, algunas más de una década, un concierto de Take That en nuestro país. El pasado 20 de octubre el sueño se hizo realidad y el Palau Sant Jordi de Barcelona vibró durante dos horas.
Aunque algunas seguidoras montaban guardia en las puertas del Sant Jordi desde el jueves por la mañana, el gran espectáculo que fue el concierto de Take That en Barcelona comenzó puntual a las 21.30 del sábado. Había 12000 personas entusiasmadas y expectantes esperando a que Gary, Mark, Jason y Howard aparecieran en el escenario. El apartado reservado para la prensa pocas veces se había visto tan lleno y es que la visita de estos cuatro hombres (aunque no lo aparenten están más cerca de los cuarenta que de los treinta) prometía. Y no decepcionó.
Quizá sabiendo que sus cuerpos no están para los trotes que hacían hace diez años, el concierto de Take That fue una fiesta de luces, pasarelas, bolas de discoteca y efectos visuales que acompañaron las voces y movimientos de los cuatro protagonistas. Un fiesta permanente que no decayó en las dos horas de concierto. "Bona nit Barcelona. Finally Take That in Spain" dijo Mark para saludar al entregadísimo público de chicas que no han dejado de adorarles. El repertorio fue variado y equilibrado entre sus grandes temas del pasado y los mejores de este nuevo disco "Beautiful world". Un resumen rápido: Patience, su canción de regreso, fue la primera coreada por completo por todo el Sant Jordi, en Relight my fire se atrevieron con un cover de Crazy de Gnarls Barkley, Gary cantó al piano una versión lenta de Could it be magic, todo el público cantó el estribillo del tema por excelencia del grupo, Back for good, Mark y Jason tocaron la guitarra en Everything Changes y en Sure bailaron la misma coreografía de hace diez años.Hubo complicidad entre ellos y guiños con las fans. Mark cantó con el público un trocito de su tema Babe y entre ellos se retaron ha hacer los pasos de baile que hacían hace una década de los que, por cierto, salieron muy airosos. Acabó el espectáculo con Pray (aunque para una servidora Never forget hubiera sido el tema ideal como colofón final). Cuando se encendieron las luces una chica le dijo a otra: "¿Qué? Brutal ¿no?". Pues eso.
La ficha
Lo mejor:El juego de vídeo y realidad en el tema Never forget. Y que Take That hayan sabido evolucionar de la manera en que lo han hecho, con cierta clase y sentido del humor.
Lo peor:Que los fans españoles hayan tenido que esperar tanto para tener a sus ídolos en concierto.
El momentazo:12.000 personas cantando a pulmón Back for good entera.
Lo más inesperado:Algunos pasos de baile que hicieron los cuatro. Que Jason y Howard son grandes bailarines se sabía pero Gary y Mark estuvieron a su altura con algunas coreografías complicadas.
Lo más divertido:El buen humor de Gary reconociendo que lo del baile no es lo suyo. "¿Are you sure you want me to dance?" le dijo al público y a sus compañeros ante el reto que le lanzaban. Y bailó, pero autoparodiándose.
Fuente (¡con fotitos!): Portalmix
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